Ferdinand de Saussure define lengua como un sistema de valores representado por signos lingüísticos. Entiende sistema como un conjunto de elementos relacionados que se definen por oposición. El signo lingüístico es, para Saussure, “… una entidad generada por la conexión entre una expresión y un contenido.” (Hjelmslev 1974); y su valor está determinado por las relaciones que se establecen entre los elementos del sistema, es decir su función. Por ejemplo, “carnero” no tiene el mismo valor que en inglés sheep, ya que designa a la vez la noción de sheep (borrego vivo) y la de mutton (borrego en la carnicería).” (Guiraud 1960).
Pierre Guiraud afirma que “un todo, un organismo donde el valor de cada elemento depende no solamente de su naturaleza y de su forma propia, sino de su lugar y sus relaciones en el conjunto.” (Guiraud 1960). Es decir que la estructura en la lengua se presenta dando a cada elemento un valor que depende más de la manera en que interactúa con los otros elementos que de la naturaleza de donde proviene.
Esto es aplicable a la semántica mediante el estudio de las metáforas, cuyo significado varía según a lo que se refiere esta. A continuación presentaremos un extracto de una rima de Gustavo Adolfo Bécquer como ejemplo del uso de las metáforas en la semántica.
“Luz que en cercos temblorosos
En los primeros dos versos citados se aprecia que si se toma en un sentido literal, correspondiente a lo semántico, se interpreta como una luz que pasa por entre los cercos y que se va difuminando al pasar. Por otro lado, en un sentido metafórico, y uniendo estos versos con la última estrofa, se observa un cambio interpretativo, ya que, alude a él hablante lírico como una luz que atraviesa el camino de su vida superando obstáculos aunque, evidentemente, esa luz, como su vida, algún día se extinguirá.
Otro ejemplo de cómo varía la semántica en la lengua, es la etimología popular, que consiste en la adición de nuevos significados o de alteración de los mismos a distintos elementos de esta a través de su uso social y el transcurso del tiempo.
Estos y otros ejemplos demuestran que la semántica varía sin necesariamente afectar su estructura ni su configuración sintáctica, sino su sentido, configurando nuevas interpretaciones de un mismo enunciado.
Bibliografía:
Hjemslev, L. (1974). “Expresión y contenido”. Prolegómenos a una teoría del lenguaje. Madrid: Gredos.
Guiraud, P. (1960). “La semántica estructural”. La semántica. México D.F: Fondo de Cultura Económica.
Pierre Guiraud afirma que “un todo, un organismo donde el valor de cada elemento depende no solamente de su naturaleza y de su forma propia, sino de su lugar y sus relaciones en el conjunto.” (Guiraud 1960). Es decir que la estructura en la lengua se presenta dando a cada elemento un valor que depende más de la manera en que interactúa con los otros elementos que de la naturaleza de donde proviene.
Esto es aplicable a la semántica mediante el estudio de las metáforas, cuyo significado varía según a lo que se refiere esta. A continuación presentaremos un extracto de una rima de Gustavo Adolfo Bécquer como ejemplo del uso de las metáforas en la semántica.
“Luz que en cercos temblorosos
brilla próxima a expirar,
y que no se sabe de ellos
cuál el ultimo será.
Eso soy yo que al acaso
cruzo el mundo sin pensar
de donde vengo ni a dónde
mis pasos me llevarán.” (Gustavo Adolfo Bécquer)
En los primeros dos versos citados se aprecia que si se toma en un sentido literal, correspondiente a lo semántico, se interpreta como una luz que pasa por entre los cercos y que se va difuminando al pasar. Por otro lado, en un sentido metafórico, y uniendo estos versos con la última estrofa, se observa un cambio interpretativo, ya que, alude a él hablante lírico como una luz que atraviesa el camino de su vida superando obstáculos aunque, evidentemente, esa luz, como su vida, algún día se extinguirá.
Otro ejemplo de cómo varía la semántica en la lengua, es la etimología popular, que consiste en la adición de nuevos significados o de alteración de los mismos a distintos elementos de esta a través de su uso social y el transcurso del tiempo.
Estos y otros ejemplos demuestran que la semántica varía sin necesariamente afectar su estructura ni su configuración sintáctica, sino su sentido, configurando nuevas interpretaciones de un mismo enunciado.
Bibliografía:
Hjemslev, L. (1974). “Expresión y contenido”. Prolegómenos a una teoría del lenguaje. Madrid: Gredos.
Guiraud, P. (1960). “La semántica estructural”. La semántica. México D.F: Fondo de Cultura Económica.